Cry for Absolution
Había estado de viaje en otras
ciudades, bebido en otros bares y amado a otras mujeres. Pero a pesar
del largo viaje, uno regresa y se da cuenta que le queda lo de
siempre. Una fría ciudad helada donde uno reza que no se estropee la
calefacción, un bar destartalado en el que el vodka es malo pero
caliente y barato y ella en el escenario. No es una navidad idílica
ni mucho menos pero su sonrisa en cuanto me vió bien que merece la
pena.
Me envolvió en un abrazo y al oído me
dijo que me había echado de menos. Yo no se lo dije, pero ella lo
descifraba en mi mirada. Nos sentamos en una mesa, con una botella y
dos vasos que nunca estuvieron vacíos y le fui contando que fue de
mi vida. Entusiasmado, le relaté a donde fui, que hice y como tenía
en la cabeza la novela. No una novela cualquiera, sino la novela que
me encumbraría como genio literario si el mundo era justo. Yo le
pregunté si había compuesto nuevas canciones, que ya era hora de un
nuevo disco. Ella torció la sonrisa y confesó a regañadientes de
que apenas había avanzado, que solo tenía riffs a los que no
termina de dar continuidad. Para cambiar de tema, me preguntó sobre
mi familia. Yo le dije que no les había visto, que era un viaje para
desconectar, no para sentirme como un niño al que van arreglando la
vida otra vez.
-¿Cuánto haces que no les ves?
-Un año o dos. Pero tampoco es ninguna
tragedia.
-No es que tenga que serlo. Pero tu
mismo escribiste que hasta el más bravo de los lobos solitarios echa
de menos tener las espaldas cubiertas ¿No crees que deberías
haberles visitado?
Contesté en un tono que empezó siendo
incomodo hasta mutar en molesto.
-¿Quieres ser el nombre de una lista
que estudían escolares aburridos?
-No. No es eso. No solo es recuerdo. Lo
que quiero es que mi obra permanezca en la historia, y no solo por si
misma, sino que tras ella todos los que la seguirán la imitaran, no
podrán huir de su influencia.
-¿De verdad escribes para eso?
-¿Acaso no cantas para ello? ¿No
dijiste que había que cantar como si Dios y el diablo estuvieran
oyendo y juzgándote? ¿No es verdad que te quedas hasta el amanecer
componiendo el tema que te convierta en la artista que tanto dices
que eres?
-No es verdad. Yo compongo...
-No, Karen. No me vengas ahora con
gilipolleces y que compones para ti. Son mentiras que nos hacemos. Tú
y yo sabemos como duele hacer lo que hacemos, es como arrancarse las
entrañas y regodearse en la agonía. Eso no es terapeútico, eso son
milongas y lo sabes. Terapeútico es coser la herida y esperar que
cicatrice como hace el resto. Pero nosotros necesitamos nuestra
sangre para cantar o escribir. Ese es el precio, cada vez que
escribó, cada vez que cantas, quemamos nuestra propia alma.
-¿Y nunca has querido parar la locura?
¿No crees que hay un momento en el que hay que parar, echar raíces
en la vida, ya sea en un nuevo hogar o volver a casa, y simplemente
ser felices. Creo que estoy en ese proceso. Ahora duermo por las
noches, no compongo pero vivo. Creo que soy feliz. - Ella me cogió
de la mano. - ¿De qué nos sirve conseguir el mundo si perdemos
nuestro alma?
-¡Vaya, ahora citas a los santos! Eso
no lo esperaba.- Retiré la mano mientras hacía aspavientos. - ¿Y
de que nos sirve nuestro alma si no luchamos para conseguir el mundo?
Bueno, tú decides quien quieres ser. Pero sé que ahora solo pasas
por una ilusión y volverás a ser la de siempre. Y espero que sea
pronto.
Minutos después, ella estaba en el
escenario cantando unas canciones ya viejas que no le pertenecían
hasta que su voz resonó en el garito. Solo tenía su guitarra
acústica y su voz rasgada. No le faltaba nada y nada le sobraba.
“Ever since you were born, you've
been dying.
Every day a little more you've been
dying.
Dying to reach the setting sun”
Dying to reach the setting sun”
¿Creía de verdad en lo que le había
dicho? ¿Soy así de gilipollas? Entonces ¿por qué sueño con vivir
hasta el fin de mis días en una playa solitaria junto a ella, mi
princesa de la noche? Sí, incluso en ese sueño yo sigo escribiendo
y ella componiendo. Hasta mis más íntimos deseos están corrompidos
por la necesidad de trascendencia.
“As a child, with your mind on the
horizon
Over corpses, to the prize you kept your eyes on
Trying to be the chosen one”
Over corpses, to the prize you kept your eyes on
Trying to be the chosen one”
El elegido. A veces me siento así.
Ella también, aunque traté de rehuirlo. No creo que tenga esa
suerte. Los dones vienen de la mano de la locura insana de la
responsabilidad hacia ellos, y no hay nadie más exigente que su
hambre y necesidad de atención. Karen solo está a una noche de
insomnio para lanzarse a la guitarra y volver a hacer para lo que ha
venido a este mundo. No lo pensará, no se lo planteará. Solo lo
hará.
“All those things that you desire
You will find here in the fire”
You will find here in the fire”
Pagará encantada de nuevo el precio.
Ambos lo hacemos. Por eso nos gustamos, por eso nosotros nos
entendemos. Por eso no volvemos a casa, a la vida. Por mucho que los
eches de menos, por mucho que los quieras, en la vida hay que apostar
en favor de tu naturaleza. Hay que apostar por uno mismo.
“Put your hands up and reach for the
sky
Cry for absolution
You'll be down on your knees and you'll cry
Cry for absolution.”
Cry for absolution
You'll be down on your knees and you'll cry
Cry for absolution.”
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