Entradas

Mostrando entradas de 2022

Huyendo hacia delante

Imagen
Me echaron de la casa de acogida cuando cumplí dieciocho años y yo me vengué robándoles el coche. Mi plan era huir de la ciudad e incluso cruzar la frontera. Pero tenía que ir a buscarte. ¿Quién quiere un anillo cuando tenemos la carretera para nosotros? Pero cuando llegué a tu puerta vi la moto de aquel chico aparcada y la sombra de un beso tras la esquina, cambié de planes y conduje hasta la playa para emborracharme hasta olvidar que exististe. Así que gracias por todo, cariño, porque ahí conocí a la chica con la que finalmente me escapé. 

Héroes desechables

Imagen
Mientras ellos discutían el alto el fuego, el general gritó: -¡Aún no lo han firmado, aún podemos derrotar al enemigo! ¿Qué son los héroes sin un campo de batalla?  Afilamos nuestras bayonetas y cargamos hacia las balas. Lanzamos las granadas contra la trinchera y saltamos al barro ensangrentado. Lo hicimos con rabia, con el único deseo de hacer daño. Finalmente el enemigo se retiró y solo quedaron los gritos de agonía de los héroes heridos, héroes que eran desechables. Justo en ese momento se conoció la noticia: habíamos perdido la guerra.

París fue una buhardilla

Imagen
Menuda decepción fue mi sueño. Toda una vida fantaseando con París, Hemingway y demás escritores malditos para que al final la romántica buhardilla fuese realmente una buhardilla mugrienta. Cuando dejé de creer en mi suerte, me fijé en como una joven estudiante de intercambio rubia soportaba con paciencia mis quejas en los bares. Un día salimos por la noche y noté como la ciudad se iluminaba. Incluso mi buhardilla se veía algo acogedora. Aún así, cuando vimos que tu madre estaba embarazada, decidimos regresar de donde vinimos, que ahí estaba nuestro hogar.

Una Razón

Imagen
  Abrió con su propia llave la celda en la que llevaba más tiempo del que podría contar encerrado. La llave ha estado siempre ahí, más que nada porque estaba candada por dentro para que nadie le rescatase. ¿Por qué salir ahora? Nunca había pensado en una razón para ello, afirma, dado que durante toda su vida había visto con seguridad los gruesos muros a su alrededor y había disfrutado del silencio para poder dialogar consigo mismo. Pero al final parece que se dio cuenta que no le bastaba, que tenía demasiada curiosidad como para no cruzar la puerta.

Belleza Siniestra

Imagen
Al nuevo inquilino de la puerta de enfrente se le veía guapo pero también siniestro. No era solo yo quien lo decía, sino todas las vecinas cuando nos reuníamos en corrillo para susurrar sobre sus ojos negros. Era educado pero no sabías si estabas frente a un asesino en serie o si había salido de prisión. Finalmente le hablé y acabamos coqueteando en el ascensor. Una cosa llevó a la otra y deje que entrase en mi casa mientras nos besamos. Era un chico tan dulce. Que pena que la asesina en serie fuese yo. 

Noches Inconfesables

Imagen
Al día siguiente hacíamos como si nunca hubiera pasado pero las noches eran salvajes. Unas veces nos reuníamos en mi casa, otras en la suya, otras en un garito alejado de los sitios de moda donde solía ir ella. Eran noches frías pero nuestro fuego derretía nuestra tristeza perenne. Tomábamos alcohol para darnos valor para ser otro día inmorales e inmortales y así me permitía acariciar su pelo rubio. Al día siguiente hacíamos como si nunca hubiera pasado pero no podíamos evitar confesarlo en las miradas que nos lanzábamos.

Tesoro de buñuelos

Imagen
M iguelAlanCS Unos buñuelos de viento. Unos simples buñuelos de viento. Daría todo el oro que he ganado por unos dichosos buñuelos de viento. Crucé el océano, exploré cada maldita isla recóndita y examiné con atención cada trozo de papel que fuese un mapa. ¿Y ahora? He conseguido el codiciado tesoro y al principio me recreé en su brillo dorado al tiempo que lo sobaba con mis manos encallecidas y envejecidas. Y entonces me llega de mi memoria un olor a buñuelos y se me caen las joyas a la arena mientras mi boca añora su sabor.

Por supuesto que existen

Imagen
  Por si la volvíamos a ver volar mi madre nos llevaba a la ventana todas las noches. Nosotros nos aburríamos pero ella se quedaba esperando cámara en mano. Se le escapó una vez pero no volvería a pasar, juraba ella. Nos íbamos a dormir pero ella se quedaba hasta cuando ya nadie debería tener esperanza. Cuando alguien sugiere que todo fue una ilusión, que su imaginación le pasó una mala pasada, ella se enfada. Por supuesto que las hadas existen y vuelan por el mundo, objetó antes de volver a mirar a la ventana.