Lolaso


Tiempo muerto. Los doce jugadores rodean al entrenador, que en apenas un minuto intenta idear una jugada. Se aturrulla, se caga en la madre de su segundo, rectifica la jugada, borrando lo escrito en la pizarra y finalmente dice: balón al base y que penetre. El jugador estrella, que ni se había sentado, grita algo confuso: “pero si van a hacer falta”

Los cinco elegidos salen a la cancha. El pabellón les anima, les insulta y les adora. El pase, como había ordenado el mister, va hacía base. Y efectivamente no hay jugada. Falta personal. Tiros libres. El base lanza el primero. Se queda corto y choca contra el aro. El segundo sí que lo consigue anotar.


Saca el equipo germano. Apenas queda tiempo. Se les deja tirar de tres. Encestan y empatan el partido. Otro tiempo muerto. El entrenador se maldice a si mismo ¿No podía ser como esos grandes entrenadores que controlaban el partido a la perfección, y siempre tenían una jugada en la manga? ¿Por qué se la tenían que jugar siempre en el último segundo?

Salen a jugar, el balón llega al alero y penetra. Tres contrarios le cierran e intentan tapar el tiro. El alero se levanta, mira a canasta y manda el esférico al perímetro. Con el rabillo del ojo había visto al base, que a falta de dos míseros segundos lanza el triple. El corazón del aficionado se acelera, se echa las manos a la cabeza y mezcla un rezo con un “¿Por qué cojones se la juegan de tres estos cabrones?”

La pelota entra limpia en la canasta. Se acaba el partido. Los puños se levantan mientras los compañeros abrazan al héroe. El entrenador sonríe mientras va a dar la mano a su homólogo. Los aficionados están eufóricos y aúllan como hienas. Una palabra flota en el aire. Lolaso, lolaso. Otra vez un lolaso. Como se sufre y como se disfruta.

*Termino popular sobre la capacidad de Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, de diezmar a la población con finales de infarto. Gran animador durante los tiempos muertos:  https://www.youtube.com/watch?v=TCX9xFe0Jdw

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