Visita inesperada


Su padre es un tal José Luis. Un señor enjuto y que hablaba en susurros graves. Hacía mucho que no le veía tras todo el lío de Sara. Pero apareció de la nada hace dos noches, atreviéndose a entrar en mi casa apuntándome con una pistola. 

-Solo dime dónde está o tampoco te van a poder enterrar tus padres. 

Supliqué miserablemente hasta que se confió el muy imbécil y me pude abalanzar sobre él. Le desarmé y con su propia pistola le golpeé en la nuca. Al final todos contentos; consiguió llegar a donde estaba enterrada su hija.

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